Subiendo al árbol
Un café con Cristo
Seguramente todos nosotros, en algún momento de nuestra vida, hemos visto el alboroto por la presencia de una persona famosa en el paso; las personas se agolpan, buscan un autógrafo y quizás una foto, se hacen comentarios y, quizás, sube la emoción, el ambiente en el lugar cambia porque está pasando algo extraordinario que para muchos solamente sucederá una vez en su vida y se debe sacar el mayor provecho de ese momento, hoy en día es frecuente ver cómo la gente sube a sus redes sociales selfis acompañados de personas célebres como músicos, actores, políticos, escritores, entre otros, acción que genera toda clase de comentarios y reacciones, cuando alguien sube este tipo de fotos de alguna manera está contando al mundo la experiencia de su momento único con una celebridad.
Algo
similar es lo que sucede en el Texto del Evangelio que hoy se nos expone, entre
otras cosas, podemos afirmar que la perícopa de hoy soporta a la perícopa que leímos
el domingo pasado que nos hablaba de un publicano que fue justificado por su
actitud en el templo en comparación con un fariseo que oraba a “sí mismo”, el concepto
de publicano que queda impreso en el capítulo anterior se extiende en la
historia que hoy se nos presenta; el encuentro de Jesús es con un jefe de los
publicanos, si recordamos a aquel publicano estigmatizado socialmente como un
traidor a la patria, imaginemos por un momento el desprecio que podrían tener
por Zaqueo siendo, por un lado, un hombre muy rico y, por el otro, jefe de los
recaudadores, la Biblia nos dice que era un hombre de baja estatura lo que nos
indica que ni su condición física ni su estatus social le daría la capacidad para
meterse entre la multitud y “hacerse la selfie con Jesús”, sin embargo, su
naturaleza humana inspiraría la curiosidad por conocer a Jesús, una persona que
gozaba de lo que no tenía Zaqueo, el aprecio y la admiración de la gente, las
personas seguían a Jesús, escuchaban sus enseñanzas, esperaban algún milagro y,
sin lugar a dudas, quienes tenían contacto con Él eran transformados, Su mirada
de amor y compasión, su enseñanza y amabilidad era reconocida y por eso muchas
personas querían conocerle, por su parte, Zaqueo en la posición que ya hemos mencionado
toma una primer decisión adelantarse en el camino de los demás y subir a un árbol
sicomoro para poder ver a Jesús.
El
árbol sicomoro juega un papel importante y quizás escondido en el Texto; este árbol
era un árbol sagrado para Egipto, en el libro de los muertos, uno de los documentos
antiguos de Egipto, se menciona la presencia de dos sicomoros en la entrada al
cielo, al ser un árbol de larga vida que puede durar hasta 500 años y que alcanza
una altura de veinte metros y en su tronco un diámetro de seis, se consideraba
que su madera era fuerte y duradera por lo que se usaba para la construcción de
sarcófagos y elementos funerarios pues se pensaba que la madera cuidaría de los
muertos; a este punto quiero volver en la decisión de Zaqueo, arriba leímos que
él se había adelantado a la multitud y había subido a un árbol sicomoro, si
nosotros pensamos en lo que este árbol significaba para Egipto y en la relación
histórica que existía entre la cultura egipcia y la cultura hebrea podríamos
interpretar figurativamente que Zaqueo estaba adelantándose a su muerte, recordemos
la condición de los publicanos o recaudadores de impuestos en Israel, estaban
excluidos de la sociedad y este hombre se habría resignado a ver a Jesús de
lejos, en el lugar que representaba el material para construir sus elementos
funerarios, una vez más, entonces, encontramos una actitud diferente en el que
estaba excluido a razón de su propia decisión laboral y económica, su afán por
ver a Jesús, la celebridad que pasaba en el momento, respondía a su muerte
interna, seguramente el dolor y la tristeza de tenerlo todo en términos económicos
y aun así carecer del prestigio y la admiración que tenía Jesús, el harían reflexionar
sobre su papel en la comunidad y la claridad de su misión de vida.
En
ese orden de ideas, frente a la actitud de Zaqueo aparece la tierna y amorosa
mirada de Jesús, aquella mirada que invita: baja de ese árbol, en otras
palabras, quítate de donde se representa la muerte y vamos a tu casa para
compartir la vida, era necesario para Jesús hospedarse en la casa de Zaqueo, el
hombre rico que seguramente había hecho sus riquezas como recaudador y posteriormente
como jefe de los recaudadores, Jesús iba a impactar la vida de aquel hombre que
por las condiciones mencionadas no podría acercarse a él, en ese sentido, Jesús
no solo impacta sino que le devuelve la vida, una vez más vemos al Maestro
dignificando la vida de una persona, la evidencia del desprecio que le tenían a
Zaqueo está en el mismo Texto pues el pueblo critica a Jesús; “éste se va a
hospedar en la casa de un pecador”, pero este acto de dignificación hace que
Zaqueo tome otra decisión; devolver con
intereses lo que ha defraudado y dar la mitad de sus bienes a los pobres,
no es el acto económico lo que acá debe notarse, finalmente lo que Zaqueo
estaba haciendo era reparar el daño que había causado para generar su riqueza y
es en ese sentido que Jesús manifiesta que ha llegado la salvación a esa casa,
la mirada de Jesús, llena de amor, nos confronta y nos invita a tomar
decisiones de cambio importantes y que reparen el daño que hemos causado a
otros, la mirada de Jesús nos invita a reconciliarnos con el otro y ser comunidad,
la mirada de Jesús nos invita a ponernos en paz con nosotros mismos.
La
historia de Zaqueo tiene que ser la historia que marca su vida y la mía, debe
llevarnos a pensar en las personas que están a nuestro alrededor y que debemos
reparar, nos invita a interesarnos en la persona de Jesús y recibirle en el
seno de nuestro corazón para reconciliar con el otro y con nosotros mismos, el
encuentro con Jesús, sin lugar a duda, es un bálsamo para nuestra vida cuando
está cargada y atribulada.
Con afecto:
Luis Felipe
Amén
ResponderBorrarhermosa enseñanza
bonita reflexión
ResponderBorrarEsta hermosa historia nos muestra el gran amor, un amor que no mira nuestra condición de pecadores. Recordemos las últimas palabras, porque el vino a buscar y salvar lo que se habia perdido. El verdadero amor, donde Jesús le dice con sus hechos te acepto como ser humano y estoy aqui para darte lo que te ha faltado. Esto impacta tanto a Zaqueo, que donde estaba su valor e interés " el dinero" ya no importa en absoluto y esta dispuesto a devolver y aun pagar 4 veces mas. Porque ha hallado lo que necesitaba através de Jesús. El Amor que transforma el cual se ha perdido en el mundo.
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