Meditando en nuestra fe, 27 de marzo, 2024
Por tanto, si sienten algún estímulo en su unión con Cristo, algún consuelo en su amor, algún compañerismo en el Espíritu, algún afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento. (Filipenses 2:1-2)
Meditemos:
El día de ayer despertamos con la triste noticia del colapso del puente Francis Scott Key en Baltimore por el choque de un buque carguero, se sabe que el barco se estrelló contra uno de los soportes del puente produciendo el colapso del puente y el incendio del barco, al momento aún se busca a por lo menos seis personas desaparecidas y el Estado ve con angustia la perdida en términos económicos, sin duda, todo lo que sucedió solo ha dejado caos, dolor y angustia en nuestra sociedad y en las familias de los damnificados de esta tragedia, desde luego, esto debe ser un motivo importante de oración en nuestros tiempos de devoción.
De otro lado, resultaría interesante pensar en el puente como un ejemplo de la vida de la fe y de la iglesia, podríamos comparar a la iglesia como un puente que permite el paso de las personas a Cristo, Jesús nos ha encomendado la misión de hacer discípulos, es decir de enseñar, de ayudar a pasar a las personas del camino de la muerte al camino de la vida eterna, al ser un puente, la iglesia tiene unos soportes que deben estar fundamentados en la Palabra de Dios y que si uno de ellos llegara a colapsar afectaría toda la estructura, ese es el sentido de cuerpo que San Pablo enseña también en sus cartas.
Ahora bien, Pablo llama la atención a los filipenses a la unión, el consuelo en el amor, el compañerismo y el afecto, es un llamado a la unidad, al cuidado mutuo y al acompañamiento como hermanos, es en la unidad que logramos hacernos fuertes y resistir las luchas que llegan ya sea a nuestra vida personal o al desarrollo de la iglesia, de la misma forma como sucedió con el puente de Baltimore puede suceder con la iglesia, cuestiones externas pueden amenazar con hacernos colapsar, no obstante, Dios nos invita a cuidarnos mutuamente de esos asuntos externos que podrían generar nuestro debilitamiento como soporte de la iglesia, cuando nos cuidamos entre sí, cuando somos sinceros entre nosotros mismos y vivimos el amor de Dios entre nosotros, el resultado será el fortalecimiento de nuestro cuerpo y el buen tránsito en el desarrollo de nuestra comunidad.
La unidad resulta siendo la evidencia del amor de Dios en el trabajo que hacemos para nuestra iglesia y comunidad, mediante la unidad nos sentimos más fuertes y seguros, sabemos que no estamos solos y podemos hacer más.
Reflexiona:
¿Te has sentido solo y desgastado en algún momento del camino de tu ministerio? A veces resulta difícil confiar en quienes están a nuestro alrededor, sin embargo, es necesario soltar lo que se vuelve carga y compartirlo con los demás para que la carga personal no haga colapsar todo un puente o un edificio, en la unidad debemos sobrellevar las cargas los unos de los otros con amor.
Oremos:
Buen Dios,
oramos por los damnificados en el choque del buque con el puente Francis Scott Key, ayuda a las familias que lloran
y se angustian en diversas formas con esta tragedia.
Ayúdanos también a cuidarnos entre nosotros mismos,
que no tengamos que llevar la carga solos,
y que nuestro peso no haga colapsar a nuestra comunidad.
Enséñanos a cuidarnos mutuamente
para que nada externo pueda dañarnos
y permite que podamos ser fortalecidos
para que muchos lleguen a ti.
Por Jesús oramos.
Amén.
Con profundo amor;
Rev. Luis Felipe
Amén. La unión, el trabajo solidario y una visión compartida permite avanzar en la vida personal, familiar y social. El amor de Dios es Unión, es nuestra fortaleza y sustento en tantos momentos difíciles. Es la fuerza que nos une, alimenta y motiva a seguir adelante. Un abrazo grande.
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