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Contar su historia

Contar su historia Randy Kilgore Cuando el destacado autor Studs Terkel buscaba un tema para su próximo libro, uno de sus amigos le sugirió que escribiera sobre la muerte. Aunque al principio se resistió, la idea fue tomando gradualmente forma, pero su voz se volvió extremadamente real cuando su esposa, con quien había estado casado 60 años, falleció. Entonces, el libro se convirtió en una investigación personal: un ansia de saber qué hay después de la muerte y adónde acababa de ir su amada. Las páginas del libro son un conmovedor recordatorio de nuestra propia búsqueda de Jesús, y de las preguntas y preocupaciones que tenemos sobre la eternidad, mientras recorremos el sendero de la fe. Estoy agradecido por la seguridad que podemos tener de que estaremos con Jesús después de la muerte si hemos confiado en Él para que perdone nuestro pecado. No hay mayor esperanza que esta. Ahora tenemos el privilegio de compartir esta esperanza con todos los que podamos. En 1 Pedro 3:15,...

Dárselo a Dios

Dave Branon Heroína para una generación que creció después de la Segunda Guerra Mundial, Corrie ten Boom dejó un legado de piedad y sabiduría. Víctima de la ocupación nazi en los Países Bajos, sobrevivió para relatar su historia de fe y dependencia de Dios durante su horrendo sufrimiento. «He tenido muchas cosas en las manos —dijo Corrie una vez—, y las perdí todas, pero todo lo que he colocado en las manos de Dios aún lo poseo». Ella sabía muy bien qué significaba perder algo. Perdió su familia, sus posesiones y años de su vida a manos de personas llenas de odio. No obstante, aprendió a concentrarse en lo que podía ganarse en las esferas espiritual y emocional, al colocar todo en las manos de su Padre celestial. ¿Qué significa esto para nosotros? ¿Qué debemos colocar en las manos de Dios para que Él lo proteja? Según la historia del joven rico en Marcos 10, todo. Este hombre tenía gran abundancia en sus manos, pero, cuando Jesús le pidió que lo diera todo, se negó. Se...

Corazón de oración

Anne Cetas Mientras viajaba en un avión con sus hijas de dos y cuatro años, una joven mamá se esforzaba por mantenerlas ocupadas, para que no molestaran a los demás. Cuando se oyó la voz del piloto por el intercomunicador dando los anuncios, la más pequeña dejó lo que estaba haciendo e inclinó la cabeza. Cuando el piloto terminó, ella susurró: «Amén». Como un tiempo antes se había producido una catástrofe natural, quizá la niña pensó que él estaba orando. Tal como esa niñita, yo también deseo tener un corazón que guíe inmediatamente mis pensamientos hacia la oración. Pienso que sería justo decir que el salmista David tenía esa clase de corazón. En el Salmo 27, vemos algunos indicios de esto cuando habla de enfrentar enemigos difíciles (v. 2). También declaró: «Tu rostro buscaré, oh Señor» (v. 8). Algunos dicen que, al escribir este salmo, recordaba el momento cuando huía de Saúl (1 Samuel 21:10) o de su hijo Absalón (2 Samuel 15:13-14). La oración y la dependencia de Dios ...

El juego de la culpa

Marion Stroud Cuando el esposo de Julia la dejó por otra mujer, ella juró que nunca conocería a su nueva esposa. Pero, cuando se dio cuenta de que su amargura perjudicaba la relación de sus hijos con el padre, le pidió al Señor que la ayudara a dar el primer paso para superar ese sentimiento frente a una realidad que ella no podía cambiar. En Génesis 16, leemos la historia de una pareja a quien Dios le prometió un bebé. Cuando Sara le sugirió a Abram que tuviera un hijo con su sierva Agar, estaba perdiendo su confianza en que el Señor cumpliera su promesa. Cuando nació el bebé, Agar despreció a Sara (Génesis 16:3-4) y esta se llenó de amargura (vv. 5-6). De repente, Agar dejó de ser una esclava sin derechos y se convirtió en alguien especial. ¿Cómo reaccionó Sara? Culpó a los demás, incluso a Abram (v. 5). Años después, la promesa de Dios se cumplió con el nacimiento de Isaac. La actitud de Sara también arruinó la celebración de su destete (21:8-10). Probablemente, a S...

San Mateo 18:21-35 "24 Domingo del tiempo común"

El Evangelio de hoy hace un llamado de atención ante la pregunta ¿Cuantas veces debo perdonar a mi hermano? Jesús sale de la norma, de la ley y va mas allá; de siete veces que Pedro justifica, el Señor le dice setenta veces siete, y recuerda el amor y la misericordia que Dios tiene con nosotros y que espera que nosotros tengamos con los demás a través de la parábola de los dos deudores. Una buena pregunta para reflexionar hoy es ¿Qué tanto estoy dispuesto a perdonar? pues el Señor a nosotros nos ha perdonado y nos sigue perdonando de tantas injusticias que a diario cometemos, no obstante, nos hacemos implacables frente al mas débil y San Pablo escribe a los Romanos haciendo un llamado de atención a la reconciliación recordándonos la importancia de no disentir pues somos una comunidad con diferentes formas de pensar. El pensamiento de Pablo y de Cristo esta alineado en la libertad de la expresión para actuar por medio del amor de Cristo, algunos comen otros no, algunos oran en ...