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Mostrando las entradas de octubre, 2014

Perseguido

Alguien me perseguía. En un pasillo oscuro, giré en una esquina para subir por una escalera y, deteniéndome en seco en mi trayecto, me alarmó lo que vi. A los pocos días, volvió a ocurrir. Pasé por el fondo de una de mis cafeterías favoritas y percibí la sombra grande de una persona que se me acercaba. Sin embargo, ambos incidentes terminaron con una sonrisa… ¡me había asustado de mi propia sombra! El profeta Jeremías habló sobre la diferencia entre los miedos reales y los imaginarios. Algunos de sus compatriotas judíos le pidieron que averiguara si el Señor quería que se quedaran en Jerusalén o que volvieran a Egipto para protegerse, porque temían al rey de Babilonia (Jeremías 42:1-3). El profeta les dijo que, si se quedaban y confiaban en Dios, no tenían por qué tener miedo (vv. 10-12). No obstante, si regresaban a Egipto, el temido rey los encontraría (vv. 15-16). En un mundo de peligros reales, el Señor le había dado a Israel una razón para confiar en Él en Jerusalén. Ante...

Trabajar para el viento

Jennifer Benson Schuldt El Ferrari valorado en 200.000 dólares quedó bajo el agua en una carretera y no sirvió más. Su dueño había intentado pasar por lo que parecía ser un charco, sin darse cuenta de que el agua subía rápidamente y se hacía más profundo. Cuando el agua llegó a la altura de los guardafangos, el motor de 450 caballos de fuerza se detuvo. Menos mal que el hombre pudo salir del automóvil y refugiarse en un terreno elevado. El coche deportivo inundado me recuerda el comentario de Salomón: «esas riquezas se pierden por un mal negocio» (Eclesiastés 5:14 lbla). Los desastres naturales, los robos o los accidentes pueden quitarnos los bienes más preciados. Aunque seamos capaces de protegerlos, no podremos llevarlos al cielo (v. 15). Entonces, Salomón se pregunta: «¿qué provecho tiene el que trabaja para el viento?» (v. 16). Es inútil trabajar solamente para conseguir posesiones que, en definitiva, desaparecerán. Hay algo que no se corrompe y que podemos «llevar ...

San Mateo 22:34-46 "30º domingo del tiempo común"

El Evangelio para hoy nos invita a poner en practica nuestro discurso, frente a la pregunta que le hacen a Jesús acerca de cual es el mandamiento más importante, Jesús da una una respuesta en forma de cruz, es decir en orientación vertical y transversal, responde que el mandamiento más importante es "amar a Dios sobre todas las cosas" y habla de un segundo mandamiento: "amar a tu prójimo como a ti mismo", que interesante respuesta de Jesús, pues la gran respuesta del mandamiento de Dios en Jesús es el AMOR, de hay que tenga una visión vertical, amar a Dios y una visión transversal amar al prójimo, lo uno y lo otro se condensa en la expresión y la acción del amor.  Si el domingo anterior el Evangelio nos invitaba a la coherencia, hoy nos invita al amor, nuestra coherencia radica en el acto mismo del amor, pues nuestro encuentro con Dios y con Su verdad radica en que Él nos ha amado y nos llama para que amemos a los demás, de hay se desprende la Ley y los profeta...

Primera respuesta

Cuando llevaron a mi esposo al hospital para operarlo de urgencia, empecé a llamar a mis familiares. Mi hermana y su esposo vinieron de inmediato para estar conmigo, y oramos mientras esperábamos. La hermana de mi marido escuchó la ansiedad de mi voz por el teléfono y, al instante, dijo: «Cindy, ¿puedo orar contigo?». Cuando llegaron mi pastor y su esposa, él también oró por nosotros (Santiago 5:13-16). Oswald Chambers escribió: «Tendemos a usar la oración como último recurso, pero Dios quiere que sea nuestra primera medida defensiva. Oramos cuando no queda otra cosa por hacer, pero el Señor desea que oremos antes de hacer cualquier otra cosa». En esencia, orar es simplemente conversar o hablar con Dios, esperando que Él oiga y conteste. No debe ser un último recurso. En su Palabra, el Señor nos insta a comprometerlo en oración (Filipenses 4:6). También nos prometió que, «donde dos o tres se reúnen» en su nombre, Él estará «en medio de ellos» (Mateo 18:20). Por lo general,...

Limpiar el armario

Joe Stowell Hasta hoy, puedo oír a mi madre diciéndome que fuera a ordenar mi cuarto. Obedientemente, iba y empezaba a hacerlo, pero enseguida me distraía leyendo el libro de historietas que, supuestamente, debía guardar. Poco después, la distracción terminaba cuando ella me advertía que, en cinco minutos, iría a revisarlo. Como no podía acomodar todo en tan poco tiempo, escondía en el armario lo que no sabía dónde poner, hacía la cama y esperaba que ella entrara… deseando que no revisara el armario. Esto me recuerda lo que muchos hacemos con nuestra vida. Ordenamos lo de afuera, esperando que nadie mire dentro del «armario» donde hemos escondido nuestros pecados con excusas y culpando a los demás. El problema es que, aunque exteriormente luzcamos bien, somos bien conscientes del lío que tenemos adentro. El salmista nos alienta a someternos a la inspección purificadora de Dios: «Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí ...

Alguien que entiende

David H. Roper El esposo de mi amiga estaba en las últimas etapas de la demencia senil. Cuando le presentaron a la enfermera que lo iba a cuidar, le tomó el brazo para detenerla y le dijo que quería que conociera a su mejor amigo: alguien que lo amaba profundamente. Como no había nadie más en la sala, la enfermera pensó que estaba delirando; sin embargo, resultó ser que estaba hablando de Jesús. Ella se conmovió muchísimo, pero tuvo que irse de inmediato para atender a otros pacientes. Cuando volvió, la oscuridad lo había envuelto otra vez y ya no estaba lúcido. Aunque este hombre había vuelto a descender a las tinieblas de su enfermedad, sabía que el Señor era su mejor amigo. Dios mora en las profundidades insondables de nuestra alma, y puede traspasar la mente más perdida y confirmarnos su cuidado tierno y amoroso. Sin duda, las tinieblas no nos esconden de Él (Salmo 139:12). No sabemos lo que el futuro nos deparará a nosotros ni a nuestros seres queridos. Al envejec...

Alabanza inmerecida

Julie Ackerman Link Antes de poder comprar un horno autolimpiante, me las arreglaba para mantenerlo en condiciones. Incluso las visitas comentaban al respecto cuando venían a casa: «Vaya, ¡qué limpio está tu horno! Parece nuevo». Yo aceptaba el elogio aunque sabía que no lo merecía… la limpieza no tenía nada que ver con que yo lo restregara, sino que no lo usaba muy seguido. Me pregunto cuántas veces soy culpable de aceptar un reconocimiento inmerecido por mi vida «limpia». Es fácil dar la impresión de ser una persona virtuosa; simplemente, no hacer nada difícil, controversial o que desagrade a la gente. Pero Jesús dijo que debemos amar a los que disienten con nosotros y no comparten nuestros valores, e incluso a quienes les resultamos desagradables. El amor exige que no estemos ajenos a las dificultades en la vida de otras personas. A menudo, el Señor tenía problemas con los líderes religiosos que se preocupaban más de mantener una buena reputación que de la condición espirit...

Guerra de palabras

David C. McCasland El 28 de julio de 1914, Austria y Hungría le declararon la guerra a Serbia, tras los asesinatos del archiduque Francisco Fernando y su esposa Sofía. A los 90 días, otros países europeos habían adoptado bandos para respetar sus alianzas militares y lograr concretar sus ambiciones. Un solo acontecimiento se transformó en la Primera Guerra Mundial, uno de los conflictos militares más destructivos de los tiempos modernos. La tragedia de la guerra es alarmante; no obstante, nuestras relaciones interpersonales y nuestras familias pueden desintegrarse con apenas unas palabras desagradables. Santiago escribió: «¡… cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!» (Santiago 3:5). Una clave para evitar el conflicto verbal se encuentra en Proverbios: «La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor» (15:1). Un pequeño comentario puede desencadenar una gran pelea. Cuando, por la gracia de Dios, decidimos no vengarnos con nuestras palabras, h...

San Mateo 22:15-22 "29° domingo del tiempo común"

"Coherencia" es la palabra que brota del Evangelio y de las lecturas bíblicas en este día, es esa capacidad de conectar lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos. Cuál es la diferencia  que debe haber entre los "cristianos"? Es una de las preguntas que constantemente hacemos, participemos o no de la fe, y la respuesta debe ser sencilla, excelencia, coherencia, testimonio, porque tenemos la certeza de que Dios va caminando con nosotros aunque no podemos ver su rostro, solamente , como con Moisés, su espalda que se refleja en aquellas cosas que Dios hace y que comúnmente nosotros llamamos milagros. Esa experiencia de fe, ese encuentro con Cristo, ese caminar en el Señor es justamente la que debe producir en nosotros un estilo de vida nuevo que permite que lo que pensamos, decimos y hacemos sea coherente, los cristianos somos ciudadanos del cielo y como tal embajadores de Cristo y por lo tanto responsables de dicha coherencia, pues el Evangelio nos hace...

Un amigo autentico

Jennifer Benson Schuldt En la novela Shane, se entabla una amistad entre Joe Starrett, un granjero norteamericano, y Shane, un hombre misterioso que se detiene para descansar en la casa de Starrett. El primer vínculo se establece mientras trabajan juntos para remover el tocón de un árbol gigante en la propiedad. La relación se profundiza cuando Joe rescata a Shane de una pelea y este ayuda a su amigo a mejorar y proteger su granja. Los hombres comparten un sentimiento de respeto mutuo y lealtad que refleja este concepto de las Escrituras: «Mejores son dos que uno […]. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero…» (Eclesiastés 4:9-10). Jonatán y David también representaban este principio. Las circunstancias probaron su amistad cuando David sospechó que el rey Saúl quería matarlo. Jonatán dudaba, pero David creía que era cierto (1 Samuel 20:2-3). Finalmente, David decidió esconderse en un campo mientras Jonatán le preguntaba a su padre sobre el asunto. Cuando se conoc...

De espia a vigia

Randy Kilgore Cuando nuestra hija era demasiado pequeña para gatear o caminar, inventó una manera de esconderse de la gente cuando deseaba estar sola o hacer lo que quería. Simplemente, cerraba los ojos. Pensaba que, si ella no veía a nadie, tampoco podían verla. Usaba esta táctica cuando alguien desconocido trataba de saludarla en el automóvil, sentada en su silla alta en casa cuando no le gustaba la comida, e incluso al oírnos decir que era hora de ir a dormir. Jonás tuvo una estrategia más madura para esconderse, pero el resultado no fue mejor que el de nuestra hija. Cuando Dios le dijo que hiciera algo que él no quería, huyó en la dirección opuesta. No obstante, pronto descubrió que no había dónde esconderse del Señor. Las Escrituras están repletas de historias en las que Dios encuentra personas que no querían ser halladas (Éxodo 2:11–3:6; 1 Reyes 19:1-7; Hechos 9:1-19). Tal vez has estado tratando de esconderte de Dios o piensas que Él no puede verte. Por favor, ten p...

Desvios misteriosos

Dave Branon Antes de que mi esposa y yo nos embarcáramos en un viaje de 640 kilómetros hasta la casa de nuestra hija, programé el GPS. Mientras viajábamos, el sistema nos indicó que saliéramos de la autopista y tomáramos un desvío por una ciudad. Poco después, nos mandó de regreso a la misma carretera. Ese misterioso desvío me desconcertó. ¿Por qué tuvimos que salir de una ruta perfectamente transitable? Nunca sabré el porqué. Seguimos camino y confiamos en que el GPS nos llevaría hasta nuestro destino y nos traería de regreso. Esto me hizo pensar en los desvíos de la vida. Quizá parezca que andamos por un sendero sin inconvenientes. Entonces, por alguna razón, Dios nos redirige hacia una zona desconocida. Puede ser una enfermedad, una crisis en el trabajo o en la escuela, o una tragedia inesperada. No entendemos qué está haciendo. Abram enfrentó un desvío misterioso cuando Dios le dijo: «Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre» (Génesis 12:1)...

Ver al revés

Philip Yancey En la India, participé en reuniones cristianas con leprosos. La mayoría de los avances en el tratamiento de esta enfermedad surgieron del trabajo de médicos dedicados a la obra misionera, quienes estuvieron dispuestos a vivir entre estos pacientes y exponerse a los riesgos de contraer esta temida dolencia. Por eso, las iglesias crecen en la mayoría de las leproserías más importantes. En Myanmar, visité hogares para huérfanos de padres enfermos de SIDA, donde voluntarios cristianos intentan restituir el afecto que esta enfermedad les ha robado. Las reuniones más emocionantes las presencié en Chile y Perú, en las entrañas de una prisión federal. El reino de Dios ha echado raíces entre los pobres, los quebrantados, los oprimidos… lo rechazado de este mundo. Asumir seriamente la tarea que Dios nos ha asignado significa que debemos aprender a ver el mundo al revés, como lo hizo Jesús. En vez de buscar personas con recursos que puedan favorecernos, buscamos a quienes t...

Un eterno hola

Anne Cetas Después de pasar una semana de vacaciones con su hija y su nieto, Catalina tuvo que despedirse hasta que pudiera volver a verlos. Más tarde, me escribió: «Los dulces encuentros como el que tuvimos hacen que mi corazón anhele el cielo. Allí no tendremos que tratar de grabar recuerdos en nuestra mente ni orar para que el tiempo pase lentamente y los días duren más. Nuestros «hola» nunca se convertirán en «adiós». El cielo será un “eterno hola”, y estoy ansiosa por llega allí». Tras haber sido abuela por primera vez, ¡ella quiere estar con su nieto todo lo posible! Está agradecida por cada oportunidad de verlo y por la esperanza del cielo… donde los momentos maravillosos nunca acabarán. Sin duda, nuestros días buenos parecen cortos, y los difíciles no terminan nunca. No obstante, ambas clases de jornadas hacen que anhelemos los días mejores que están por delante. El apóstol Pablo afirmaba que él y los corintios deseaban ser «revestidos, para que lo mortal sea absorbido...

Palabras Oportunas

Marvin Williams Tal vez oíste el dicho: «El tiempo lo es todo». Según la Biblia, los momentos oportunos se aplican también a nuestras palabras y vocabulario. Piensa en alguna ocasión cuando Dios te utilizó para alentar a alguien con una palabra acertada, o cuando, al querer decir algo, fue más sabio quedarte en silencio. La Palabra de Dios afirma que hay un tiempo adecuado para hablar (Eclesiastés 3:7). Salomón comparó las palabras dichas de la manera y en el momento correctos con manzanas de oro enmarcadas en plata: hermosas, valiosas y minuciosamente talladas (Proverbios 25:11-12). Saber cuándo decir algo es beneficioso para el que habla y para el que escucha, se trate de palabras de amor, de estímulo o de censura. Guardar silencio también tiene su tiempo y lugar. Cuando uno está tentado a ridiculizar, subestimar o difamar a otra persona, Salomón señaló que es sabio refrenar la lengua y reconocer si es mejor callarse (11:12-13). Cuando la charlatanería o el enojo nos tientan...

San Mateo 22:1-14 "28° Domingo del tiempo común"

Las lecturas bíblicas del día de hoy (Ex 32:1-24; Salmo 106:1-6,19-23; Fil 4:1-9) nos recuerdan con que facilidad apartamos nuestra mirada a Dios y nos vamos a construir becerros materiales a los cuales podamos adorar, nuestra falta de fe y nuestra impaciencia hace que la obra que Dios esta preparando para nosotros sea continuamente abandonada. El deseo de Dios es que usted y yo esperemos confiadamente en Él y recordemos que su voluntad es buena, agradable y perfecta en nosotros, los israelitas cuando decidieron crear un dios tuvieron que desprenderse de sus riquezas materiales, sin embargo, el Señor estaba preparandoles un mejor regalo, las tablas de la ley que harían que la nación tuviera un código de ética y moral que le permitiría vivir en comunidad. Por su parte, la lectura del Evangelio, nos recuerda que muchos son los llamados pero pocos los escogidos, es decir, que muchos somos los convidados a la fiesta, a la comunión intima con Dios, a disfrutar de las buenas cosas q...

Para poder cambiar

David C. McCasland El destacado educador y escritor Tony Wagner cree firmemente en la «innovación disruptiva», que cambia la manera de pensar y trabajar en el mundo. En su libro Crear innovadores, afirma: «La innovación tiene lugar en todos los aspectos de la iniciativa humana» y «con oportunidades y un entorno apropiados, la mayoría de las personas puede tornarse más creativa e innovadora». Pablo fue un innovador del siglo i, que viajaba por toda Asia Menor diciéndoles a las personas cómo podían ser transformadas por la fe en Jesucristo. A los cristianos de Roma, les escribió: «No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar» (Romanos 12:2 ntv). Los exhortó a consagrarse completamente a Dios (v. 1). En un mundo egoísta, codicioso y avaro, el apóstol les enseñaba y los entrenaba para que vivieran una vida generosa y centrada en Cristo. El mundo ha cambiado considerablemente desde ...

La lección del hula hoop

Julie Ackerman Link Uno de mis juegos favoritos de la niñez está volviendo: el hula hoop o hula hula. Mi amiga Suzi y yo pasábamos horas en el patio del frente de mi casa perfeccionando nuestra técnica y compitiendo para ver quién podía mantener el aro dando vueltas más tiempo. Este año, reviví esa parte de mi niñez: mientras estaba sentada en un parque, observaba a niños de todas las edades y tamaños que hacían todo lo posible para impedir que el aro se cayera al suelo. Se retorcían y giraban con todas sus fuerzas, pero, a pesar de su esfuerzo, no podían mantenerlo. Entonces, una joven lo levantó y, casi sin moverse, lo hizo girar de manera rítmica y delicada desde la cintura hasta los hombros, y lo volvió a bajar. Su éxito dependía de la estrategia para el movimiento y no de la fuerza. En nuestra vida espiritual, podemos gastar toda clase de energía para tratar de estar a la altura de los demás en el servicio para Dios, pero trabajar hasta agotarnos no es ninguna virtud (Gál...

Esperar en Dios

C. P. Hia Cha Sa-soon, una mujer coreana de 69 años, finalmente recibió su licencia de conducir, después de tratar de aprobar el examen escrito durante tres años. Quería obtenerla para poder llevar a sus nietos al zoológico. Esta mujer fue constante en un mundo donde, por lo general, todo es urgente. Cuando queremos algo y no podemos conseguirlo, solemos quejarnos y exigir. Otras veces, abandonamos y nos enfocamos en otra cosa si lo que deseamos no puede satisfacerse de inmediato. ¡«Espera» es una palabra que no nos gusta escuchar! Sin embargo, la Biblia nos dice muchas veces que Dios desea que esperemos en Él hasta que llegue el momento apropiado para que algo suceda. Esperar en Dios significa acudir con paciencia a Él para que supla nuestras necesidades. David entendió por qué tenía que esperar en el Señor. En primer lugar, su salvación provenía de Él (Salmo 62:1). Aprendió que nadie más podía librarlo. Su única esperanza estaba en Dios (v. 5), porque solamente Él escuch...

Luz filtrada

David C. McCasland Un cuadro de Bob Simpich, titulado Un sendero de luz, muestra un bosque de álamos donde el sol otoñal produce un reflejo dorado en sus hojas. Las ramas más altas brillan totalmente iluminadas, mientras que el suelo al pie de los árboles es una mezcla de sombras y rayos de sol. El pintor manifestó sobre el contraste: «Me encanta la luz que se filtra hasta el suelo del bosque. Entreteje una magia especial». El apóstol Pablo escribió a los seguidores de Jesús que vivían en Corinto: «Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo» (2 Corintios 4:6). Después, sigue describiendo la realidad de la vida, en la cual «estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos» (vv. 8-9). A veces, nuestras dificultades, tristezas y pérdi...

En la tormenta

Poh Fang Chia La tormenta estaba gestándose… no solo en el horizonte, sino en la casa de mi amiga. «Cuando estaba en Hong Kong —contó ella—, el servicio meteorológico local anunció que se acercaba una gran tormenta. Pero, más allá de lo que sucedía fuera de mi ventana, en casa se anticipaba un temporal. Mi papá estaba internado y toda la familia intentaba equilibrar las responsabilidades del hogar y del trabajo con las visitas al hospital. Todos estábamos cansados y perdiendo la paciencia, y la situación en casa era tensa». La vida puede asemejarse a una tormenta; nos lleva de un lado a otro con vientos de adversidades, aflicción o estrés. ¿Adónde podemos recurrir? Cuando los discípulos de Jesús quedaron atrapados en un gran temporal y se preguntaban si a Él le importaba, de todos modos supieron a quién acudir. El Señor demostró su poder al calmar la rugiente tempestad (Marcos 4:38-39). Sin embargo, muchas veces Él no calma la tormenta de inmediato. Entonces, como los disc...

El poder del ritual

Julie Ackerman Link Cuando era niña, una de las reglas en casa era no irse a dormir enojados (Efesios 4:26). Teníamos que resolver todas las peleas y desacuerdos. Esto implicaba un ritual a la hora de acostarnos: mamá y papá nos decían a mi hermano y a mí: «Buenas noches. Los amamos», a lo cual debíamos responder: «Buenas noches. Los amamos». Hace poco, ese ritual me impactó muchísimo. Mientras mi madre yacía en cama, muriendo de cáncer de pulmón, iba perdiendo la conciencia. Sin embargo, todas las noches, cuando me iba de su lado, le decía: «Mamá, te amo». Aunque ella no podía hablar mucho, respondía: «Yo también te amo». Durante mi niñez, nunca imaginé qué bendición sería para mí ese ritual tantos años después. El paso del tiempo y las repeticiones pueden quitarle significado a los rituales, pero algunos son recordatorios importantes de verdades espirituales esenciales. Los cristianos del siglo i practicaban incorrectamente la conmemoración de la Cena del Señor, pe...